Tembló la tierra

El terremoto es considerado un fenómeno telúrico pues es un conjunto de sucesos geológicos internos que provocan catástrofes. Los terremotos son convulsiones bruscas y violentas de la corteza terrestre produciendo plegamiento, hundimiento, fallas o fracturas, grietas, nuevas formas montañosas y otros muchos efectos que modifican el relieve terrestre. A la vez los terremotos pueden producir distintas consecuencias que afectan a los habitantes de las regiones sísmicas activas. En la actualidad existen tres clases de terremotos; los tectónicos, los volcánicos y los artificiales. La escala más conocida para la medición de un seísmo lleva el nombre de un sismólogo estadounidense Charles Francis Richter, que mide la energía liderada en el foco del seísmo, la escala va del 1 al 9. La estimación que se hace desde los centros sísmicos mundiales es de ochocientos terremotos anuales de intensidad 5 a 6, cincuenta mil con intensidad 3 a 4 y sólo uno con intensidad 8 a 9. Desgraciadamente para todos nosotros aún no existe un método capaz de predecir el tiempo, lugar y magnitud de un terremoto. Es muy importante que la ciudadanía tenga consciencia de que es un seísmo, que efectos causa, cual es el riesgo de una determinada zona… no estaría de más realizar simulacros en las grandes zonas de actividad sísmica, ya que la población debería estar preparada para un suceso así. Hace unos días Naturaleza en estado puro se ha trasladado a la localidad de Lorca (Murcia), donde el pasado 11 de Mayo del 2011 la tierra tembló originando un seísmo de 5.1 en la escala Richter con una réplica de 4.5. La Red Sísmica Nacional y las mismas autoridades competentes de la región pusieron  en marcha el plan de riesgo, pero son conscientes de que toda la comarca es considerada una de las zonas con más actividad sísmica pues esta situada en la falla de “Alhama de Murcia” entre el Valle de Guadalentín y Puerto Lumbreras. Después de lo sucedido observamos en la ciudad un sosiego que produce escalofríos mires por donde mires, un silencio abrumador se ha apoderado de Lorca. Deambulamos por las calles observando lo que la naturaleza es capaz de hacer con nosotros y nuestro modo de vida. Nunca dejaremos de estar a la merced del temperamento de la naturaleza.