21 ene 2013
PARQUE NACIONAL DE TIMANFAYA
El parque Nacional de Timanfaya se creó para proteger las mejores formas volcánicas que quedaron en la isla de Lanzarote tras las erupciones del siglo XVIII que cambiaron su fisonomía. Desde el 1 de septiembre de 1.730 hasta el 16 de abril de 1.736, de manera ininterumpida, un rosrio de volcanes vomitó lavas y lapillis que sepultaron las antiguas vegas de Timanfaya y Los Miraderos. Se declaró Parque Nacional el 9 de agosto de 1.974 con una superficie de 5.107 hectáreas, en la parte centrooccidental de la isla de Lanzarote y con la propiedad de su territoria repartida entre Yaiza y Tinajo. Donde se produjeron las más importantes erupciones podemos encontrar ahora más de 25 cráteres juntos, casi alineados en una línea de fractura que coincide prácticamente con la que originó las anteriores erupciones en el periodo Cuaternario. Los volcanes más importantes se encuentran en la parte central de esta línea de fractura, entre montaña de Timanfaya y Montaña Rajada, al este del Parque. Entre el 31 de julio y el 30 de Septiembre de 1.834 se produjeron nuevas erupciones en la isla de las que no se tiene mucha información.
La pobreza en vertebrados terrestres es extrema en las duras condiciones de Timanfaya. El lagarto de Harí y el pernquén rugoso o majorero son los únicos reptiles capaces de vivir aquí alimentándose de insectos y algunas plantas. Los cielos de este Parque sí presentan una buena variedad de especies. Las más se limitan sobrevolándolo, aunque antaño nidificaran en él. El cuervo o el cernícalo común, por ejemplo, y otros como el alimoche, llamado guirre de Canarias, o la paloma común aún tiene su refugio permanente en la montaña de Fuego. Entre las especies introducidas podemos señalar al conejo, traído por los españoles en la conquista de las islas, y el animal más dañino al ecosistema de Timanfaya. también se han encontrado restos de erizo moruno en los límites del Parque, así como excrementos de gatos doméstico y perros asilvestrados. Aunque no en gran número también se ha detectado la presencia de rata negra y ratón común. En la franja litoral tiene refugio gran cantidad de aves marinas, sobre todo la escasa pardela cenicienta, en grave peligro de desaparecer debido a la caza abusiva.
Los islotes acogen la mayor variedad de flora y fauna en todo el Parque Nacional y están situados, principalmente, en los confines meridionales y orientales del Parque. Son pequeñas elevaciones de terreno y los únicos lugares que no fueron afectados por las últimas erupciones del Siglo XVIII. Los islotes son verdaderos oasis en los que se ha refugiado la mayoría de la vida animal y vegetal.
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