El Mediterráneo se comporta en la realidad geográfica como muy cosmopolita puesto que baña nada menos que a tres continentes : Europa por el norte, Asia por el este y, por el sur, África.
Se asienta
en un clima realmente excepcional, en el clima Mediterráneo, único en el mundo
( entre los que conocen precipitación ) de veranos secos, además de calurosos y
despejados : indudablemente es el clima más adecuado para la actividad
turística de sol y playa.
Las
características climáticas se dan en los litorales del Mediterráneo, con
ciertos matices. Sin embargo, aún perteneciendo al ámbito turístico
mediterráneo, no disfrutan de este tipo de clima ni las Islas Canarias, ni las
costas búlgara, rumana y turca del Mar Negro. Éstas tienen un clima póntico, de
veranos bastante similares meteorológicamente a los mediterráneos, pero de
inviernos de netas connotaciones continentales.
Las
temperaturas facilitan la actividad turística incluso en invierno, pues las
aguas cálidas del mar las mantienen en valores muy suaves. En verano alcanzan
valores elevados, incluso muy elevados. El clima mediterráneo medio ofrece en
torno a 120 / 125 días de cielos totalmente despejados, y entre 70 / 80
totalmente cubiertos. Se explican con facilidad las cifras, medias, de 2500 /
2700 horas de sol al año.
Las
precipitaciones, escasas por lo general, caen, con frecuencia, de forma
torrencial, especialmente en otoño. Afortunadamente para el turismo de playa no
se producen en verano.
Climáticamente
aparece una faceta negativa : los vientos. Su acción es esporádica, si bien
suficientemente perturbadora. En el Mediterráneo pueden soplar vientos del sur,
a altas y muy altas temperaturas y, o muy elevada, o muy escasa, humedad; como
el sirocco sahariano y el leveche, de agobiantes efectos fisiológicos. También
aparecen vientos del norte, violentos y fríos como, por ejemplo, la tramontana
en Cataluña y Baleares, el mistral en las costas francesas, la bora en las
dálmatas de Croacia, etc. Cuando es temprana la aparición de estos vientos del
norte, la temporada veraniega puede acortarse significativamente, con los
subsiguientes perjuicios.
Los
litorales de esta cuenca turística son homogéneos. Unos ofrecen costas bajas,
con excelentes playas arenosas ( Costa Dorada, Costa Blanca, ... ), otras se
muestras abruptas, rocosas, con acantilados ( Croacia, Riviera francesa, Costa
Brava gerundense, ... ), otras están ocupadas por lagunas o zonas pantanosas (
Venecia, desembocadura del Ródano o del Danubio, ... ). La variedad y
posibilidades de elección son otro factor físico favorable.
El paisaje
vegetal climático es el típico mediterráneo : encinas, alcornoques, pino
mediterráneo, extensos matorrales, plantas xerófilas ( madroños, acebuche, ...
) y muy variadas arométicas ( romero, lavanda, ... ).
En la
geografía del Mare Nostrum nacieron, se desarrollaron y expandieron
inicialmente, las tres grandes religiones del mundo : la judaica, la cristiana
y la musulmana. Cada una de ellas ha dejado legados de inconmensurable valor.
Pero estos valores intrínsecos no serían
suficientes por sí solos para explicar la potencialidad del Mediterráneo
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