Consecuencias del mal manejo de los recursos.

El reto de la conservación de los recursos naturales es especialmente complicado en los países en vías de desarrollo, donde la influencia de las políticas de crecimiento que vienen del exterior, la presión demográfica interna, el carácter heterogéneo de su población y la gran diversidad de ecosistemas, provocan el deterioro y destrucción de vastas áreas. En estos países, la explotación forestal es una actividad económica a corto plazo porque además de no realizarse la reforestación necesaria, no se aprovechan bien los bosques, ya que la mayor parte de ellos es usada como combustible.
   
    Se calcula que la tala es de alrededor de 4,5 millones de hectáreas al año, que no son reemplazadas. Por lo general estas talas se efectúan en busca de tierras aptas para otras actividades como la agricultura o la minería. Este mal uso del recurso forestal esta tratando de reducirse, ya que los productos forestales no madereros han adquirido una particular importancia por los beneficios socioeconómicos que reportan las comunidades locales.


Al producir la tala o quema:

• Desaparece el “efecto esponja” que realizan los mismos
los ríos ven alterados sus regimenes, y esto perjudica al hombre que los utiliza para riego, energía y abastecimiento de agua potable de las ciudades.
Favorece el lavado de los suelos durante las precipitaciones. Los sedimentos que arrastran van a parar a los ríos y acortan la vida de costosísimas obras. Además llenan los pantanos y cauces de los ríos, lo que favorece su desborde ocasionando graves inundaciones.

• Se modifica el clima del lugar
Al resto de la selva o bosque le queda menor capacidad para retener la humedad, lo que provoca un clima menos húmedo que perjudica los cultivos para los cuales fueron talados los árboles.

Los científicos opinan que la quema de árboles hace subir la temperatura, por la acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera, lo que contribuye al efecto invernadero.